¿Por qué el inesperado aumento del desempleo presiona a la RBA? Claves de un dilema económico
- El rompecabezas inflacionario que desafía a la RBA
- La bomba de tiempo del mercado laboral
- El dilema de agosto: ¿Inflación o empleo?
- Lecciones de la pandemia y riesgos futuros
- Preguntas frecuentes
mientras la inflación muestra señales mixtas, el reciente repunte en el desempleo hasta 4.3% en junio ha encendido las alarmas. Analizamos cómo este giro inesperado podría forzar un recorte de tasas en agosto, aunque Michele Bullock insista en esperar datos más sólidos. Un equilibrio delicado entre empleo, inflación y presión política que define el rumbo económico.
El rompecabezas inflacionario que desafía a la RBA
La inflación australiana sigue siendo el dolor de cabeza principal para Bullock y su equipo. El IPC trimestral se mantiene dentro del rango meta del 2-3%, pero los datos mensuales -esa "criatura volátil" como la llamó la gobernadora- han mostrado comportamientos erráticos. En febrero y mayo, la RBA implementó dos recortes de tasas (50 puntos base en total), pero desde entonces adopta una postura cautelosa.
Lo curioso es que Australia ha tomado un camino diferente a otras economías avanzadas. Mientras la Fed y el BCE subían tasas agresivamente, la RBA mantuvo incrementos moderados. Esta estrategia permitió que el desempleo se mantuviera en mínimos históricos (4.1% durante seis meses) pero ahora, con el repunte laboral, la presión se intensifica.
La bomba de tiempo del mercado laboral
Los datos de junio fueron un balde de agua fría: caída en empleos de tiempo completo, contrataciones débiles y ese salto a 4.3% de desempleo que nadie en el mercado anticipaba. Los traders, que ya habían descontado un recorte, quedaron frustrados con la pausa de julio.
Jim Chalmers, el secretario del Tesoro, no ha ocultado su descontento. Desde Canberra presionan por más estímulos, argumentando que los modestos 50 puntos base de este año son insuficientes. La RBA, sin embargo, insiste en esperar el reporte completo de inflación del segundo trimestre (a publicarse el 30 de julio) antes de mover fichas.
El dilema de agosto: ¿Inflación o empleo?
Aquí está el juego de predicciones: si el IPC del Q2 muestra una desaceleración clara, Bullock tendrá luz verde para un tercer recorte en agosto. Pero si los precios se mantienen testarudos, la RBA podría verse atrapada entre su mandato inflacionario y un mercado laboral que se enfría.
Lo paradójico es que el efectivo aún está por encima del nivel neutral, dando margen para recortes. Pero como me comentó un analista del equipo BTCC: "En economía, tener margen no siempre significa usarlo. La RBA sabe que perder credibilidad antiinflacionaria es más costoso que unos meses de desempleo elevado".
Lecciones de la pandemia y riesgos futuros
Australia salió relativamente bien librada de la crisis COVID, precisamente por su enfoque laboral. Pero ahora, con la inflación global aún latente, el margen de error es mínimo. Un dato clave: aunque el desempleo subió, sigue siendo bajo históricamente. El verdadero riesgo sería una espiral alcista persistente.
Los mercados, según datos de TradingView, ya descuentan un 68% de probabilidad de recorte en agosto. Pero como bien sabemos, los pronósticos del mercado y las decisiones de bancos centrales no siempre coinciden.
Preguntas frecuentes
¿Por qué el desempleo presiona a la RBA a bajar tasas?
Porque el mandato de la RBA incluye tanto la estabilidad de precios como el pleno empleo. Cuando el mercado laboral se debilita, recortar tasas puede estimular la economía y evitar una espiral negativa.
¿Qué diferencia a la RBA de otros bancos centrales?
Su enfoque más gradualista. Mientras otros subían tasas agresivamente, Australia optó por incrementos moderados, priorizando el empleo. Esto ahora la pone en un aprieto con la inflación.
¿Qué datos clave verá la RBA antes de agosto?
El reporte completo de inflación del Q2 (30 de julio) será determinante. También observarán indicadores de consumo y nuevas cifras laborales para confirmar si junio fue una anomalía o tendencia.