¿Es la ECMO un último recurso?

La terapia ECMO a menudo se considera una opción final para pacientes con afecciones médicas graves. Esta forma de tratamiento suele recomendarse cuando todas las demás vías terapéuticas se han agotado sin éxito.

A pesar de ser un último recurso, la terapia ECMO puede proporcionar un rayo de esperanza a los pacientes que están al borde de una insuficiencia orgánica o de complicaciones potencialmente mortales. Al apoyar las funciones vitales del cuerpo, la ECMO da tiempo para abordar los problemas subyacentes.

La decisión de utilizar ECMO no se toma a la ligera y requiere una cuidadosa consideración por parte de un equipo de profesionales médicos. Se deben tener en cuenta la salud general del paciente, el pronóstico y la disponibilidad de recursos.

La terapia ECMO implica el uso de una máquina que bombea sangre fuera del cuerpo, la oxigena y luego la devuelve. Este proceso ayuda a mantener un flujo sanguíneo y niveles de oxígeno adecuados en el cuerpo, permitiendo que los órganos vitales funcionen.

Uno de los beneficios clave de la terapia ECMO es que puede ganar tiempo para que los médicos identifiquen y traten la causa subyacente de la afección del paciente. Sin este apoyo, muchos pacientes no sobrevivirían el tiempo suficiente para poder administrarles un tratamiento eficaz.